lunes, 19 de abril de 2010

Jesús la besó en la boca


Sacando los trapitos

¿María de Betania y la Magdalena son la misma? En realidad este es un tema de nunca acabar. La Iglesia lo viene discutiendo desde hace siglos. Lo que pasa es que recién hoy el debate se está haciendo público. Antes la discusión sólo se quedaba entre las cuatro paredes de un convento. Ahora ha salido a la luz. Veamos como muestra lo que pensaban algunos miembros de la Iglesia: en el siglo VI, el papa Gregorio I predicaba en sus sermones que ambas Marías eran en verdad la misma. Lo que pasa es que una persona podía tener varios nombres a la vez. Era normal en esa época. Igual lo creía San Bernardo de Claraval (siglo XII), sujeto muy ligado con los templarios. Similar afirmación la encontramos también en el arzobispo de Maguncia Rabano Mauro (siglo IX) y en el arzobispo de Génova Santiago de la Vorágine (siglo XIII). Y no olvidemos que Lutero creía que Jesús y Magdalena estaban casados.

Un argumento que demuestra que la propia Iglesia católica sabe que las dos Marías son la misma persona, es por las fiestas. Existen festividades para María Magdalena (22 de julio), para Marta (una semana antes) y para Lázaro. Si María de Betania fuera alguien diferente que la Magdalena, ¿por qué no le dieron a ella también un día de celebración en el calendario católico?

Jesús la besó en la boca

Uno de los mayores argumentos en favor de la relación romántica entre Jesús y la Magdalena es, sin duda alguna, el apócrifo Evangelio de Felipe, encontrado en 1945, en Nag Hammadi, Egipto, junto con otros 53 tratados del siglo IV. En él figura un párrafo que ha hecho aullar a innumerables miembros de la Iglesia:

“....La compañera de Cristo es María Magdalena. El Señor amaba a María más que a todos los discípulos y la besó en la… repetidas veces. Los demás le dijeron: ¿Por qué la quieres más que a todos nosotros?”

La palabra griega utilizada para “compañera” es koinonos. Palabra muy polémica. Unos dicen que significa “consorte con quien se tiene relaciones sexuales”, mientras que para otros quiere decir “socio íntimo”. Sea como fuere, el vínculo del que hace referencia este término es de un enlace “muy especial”. El punto es que con esa “compañera muy especial se daba besos en la …”. Y allí sí la cosa cambia. No parecen ser besos en la mejilla, si lo vemos dentro del contexto. Así, el hecho de que Jesús besara a la Magdalena delante de los apóstoles no sólo evidencia que eran marido y mujer (sólo se besaban así entre esposos) sino que, de ser verdad, es la prueba de que ambos llevaban un matrimonio poco convencional, que rompía esquemas para su época. En ese tiempo que una mujer tocara en público a un hombre, aunque sea la esposa, era pésimamente visto. Ojo, los saludos con beso entre discípulos (Romanos 16:16) sólo eran “ósculos santos” y no “besos en la…(especificando el lugar de la cara). ¿Acaso el único pecado de Magdalena era amar a Jesús con todo su corazón y no tener vergüenza de demostrarlo?

1 comentario:

  1. Un detalle adicional sería el que los discipulados y ciudadanos de la época llamaban a Jesús Rabí, entendiendo Rabí como maestro, PERO aquí viene lo interesante y es que según las normas judías un Rabí solo podía ser alguien de dignidad y honorabilidad probada, alguien que cumpliera con la ley y esta ley entre tantas cosas demandaba que a cierta edad todo varón debía estar casado, consagrado a una familia y haber engendrado hijos, solo así podía ser considerado digno y escalar posiciones sociales y obtener títulos como el famoso Rabí

    ResponderEliminar