lunes, 19 de abril de 2010

¿Existe el infierno?




El concepto de infierno como castigo eterno, no se hallaba en las prédicas de Jesús. Para él, el castigo era temporal. Finalizaba después de haber purgado las culpas:

“...De seguro no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último lepton (centavo)” (Lucas 12:59).

Jesús creía en la infinita misericordia divina, que siempre da una oportunidad a los que desean reivindicarse. Infierno significa submundo. En el Antiguo Testamento, el infierno también es finito y posee dos nombres: Gehena que es un lugar de intenso sufrimiento para los ángeles caídos localizado en el centro incandescente de la Tierra. Y Sheol (el seno de Abraham) que es un estado de sueño e inconciencia, donde irían todos los muertos comunes en espera del Juicio Final (o resurrección de los muertos). Es una especie de Hades griego.

¿A dónde iremos cuando nos toque la guadaña? Quien sabe. Quizá simplemente vayamos un tiempo al mundo de nuestros pensamientos, para reciclarnos y después volver acá. ¿O no?

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