domingo, 13 de diciembre de 2009

Los ángeles son de carne y hueso


Jacob peleando con un ángel, cuerpo a cuerpo...

Según la Biblia, ¿cómo es un ángel? ¿Qué características tiene? Primero que todo, la palabra “ángel” significa “el que trae las noticias”, “mensajero” (viene del griego aggelos y del hebreo malak). Pero, ¿mensajeros de quién? De los Elohim que son los creadores del mundo, según el Génesis, sólo que hay una mala traducción, donde dice “dios” debería decir “los señores”.Elohim es un plural, no singular. Por consiguiente, los que nos crearon fueron varios, no uno solo, y los ángeles, también llamados “vigilantes”, serían sus intermediarios.

Si leemos detenidamente el Génesis, también nos daremos cuenta que a los ángeles se los retrata con cuerpo físico. Éstos son capaces de mantener relaciones sexuales, engendrar hijos y de beber y comer. Con Abraham se lavaron los pies y se recostaron debajo de la sombra de un árbol a comer pan, mantequilla, leche y carne (Génesis 18:4-9). Jacob se peleó cara a cara con uno de ellos (Génesis 32:22-32). Y en Sodoma quisieron violar a tres de ellos (Génesis 19:5-7). Igualmente, en los deuterocanónicos judíos se aparecen los ángeles a Tobías (5:5) y a la madre de Sansón (Judit 13).

Esa es la razón de que en el Concilio de Letrán IV, los obispos discutieran arduamente acerca de la corporeidad de los ángeles, llegando a la conclusión que debían cambiar el concepto de ángeles materiales por el de seres incorpóreos, netamente espirituales y etéreos sin necesidades físicas, idea inspirada en los ángeles persas conocidos como yazatas.

Según la Biblia, su fisonomía física podría pasar desapercibida entre la gente. Sin embargo, posteriormente, con la influencia griega, el imaginario popular los ha graficado como unos niños regordetes con alitas, semejante al dios Eros. Otra forma de ilustrarlos también es con largas túnicas y alas como las deidades persas.

Los ángeles están vinculados con los profetas y los esenios. Aparecen en forma recurrente en momentos claves de la historia, siempre comunicando mensajes y luego se van como vinieron. Más adelante volveremos a tocar el mismo tema. Mientras tanto sigamos con la historia de María.

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