lunes, 14 de diciembre de 2009

En la crema y nata judía


María y su madre Ana. Pintura de Da Vinci.

María y Buda

Como ya vimos, María (Mariam en hebreo y Miriam en griego, que significa “la elegida”) nace en forma sobrenatural. Era la primera vez que este tipo de nacimiento se le otorgaba a una niña en las escrituras religiosas judías. Cuenta el apócrifo Pseudo Mateo, que la pequeña María da sus primeros pasos cuando apenas tenía seis meses de nacida. Esto nos indica que su autor era un cristiano muy instruido, que sin duda había leído textos budistas, pues la historia de los primeros pasos de María se parece bastante a la leyenda de los famosos tres primeros pasos de Buda al nacer. El apócrifo de Natividad de María continúa relatándonos que la niña María estaba al cuidado sólo de doncellas vírgenes.

En la crema y nata judía

Cuando cumple un año, Joaquín realiza un gran banquete, invitando sacerdotes y escribas del sanedrín, que era algo así como nuestro actual Congreso de la República. Si el padre de María recibía en su casa a personajes tan ilustres en el cumpleaños de su hija, definitivamente debió gozar de una excelente posición en la sociedad judía. Por estos detalles de opulencia podemos corroborar la tesis de que María no fue de ningún modo una niña humilde, como nos han vendido la idea. María en realidad fue la hija de uno de los más importantes, si es que no el principal potentado de Palestina en esos días.

Según el Protoevangelio, cuando la pequeña María alcanza los dos años, Joaquín quiso cumplir la promesa de dedicar su bebé al templo, pero a Ana le pareció prematuro y rogó esperar un año más. Rápidamente corrió el tiempo y, la niñita fue llevada al edificio sagrado que Herodes El Grande lo estaba reconstruyendo. Allá la recibió Zacarías, el sumo sacerdote del templo que era pariente de María.

Educada por ángeles

La niña se adaptó muy bien a su cambio de morada. Un ángel venía para alimentarla todo los días. ¿Acaso los esenios o los propios Mensajeros le estaban proporcionando una dieta especial para mejorarla físicamente con algún propósito definido? Puede que no fuera la única niña que estuviera recibiendo ese trato, pues había otras doncellas criándose también en el templo, pero sí fue la única que pasó a la historia. Además, veremos luego que hay razones para pensar que Zacarías era también un miembro activo de los esenios (quizá de los terapeutas) quienes, a escondidas pudieron aplicarle cierto régimen secreto a María aprovechando que se encontraba bajo la custodia de uno de sus miembros.

El Pseudo Mateo afirma que desde temprana edad María era todo un dechado de virtudes naturales y sobrenaturales. Siendo muy pequeña caminaba perfectamente, hablaba como una persona mayor y era muy disciplinada para aprender las oraciones y las labores manuales. Si algún enfermo lograba tocarla, se sanaba. El misterioso Mensajero que la alimentaba la visitaba sólo por las noches después que ella terminaba sus rezos. Por eso, María no comía lo que le servían en el templo sino que los repartía entre los pobres. Pero además había otros Mensajeros que la visitaban tan solo para charlar, o ¿sería tal vez para instruirla?

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