miércoles, 9 de diciembre de 2009

El dogma de la Inmaculada Concepción recién se instauró en la Iglesia en el siglo XIX, porque antes no se ponían de acuerdo....


Sin pecado concebida

Un punto álgido y que ha causado innumerables controversias al interior de la Iglesia es el dogma de la “inmaculada concepción”, es decir, que María fue concebida sin el pecado original (léase, sin sexo). Dato que sólo figura en los apócrifos. Numerosos personajes se opusieron a este dogma apócrifo, como Alberto Magno, Bernardo de Claraval y hasta Tomás de Aquino (“la inmaculada concepción es tan poco inteligible como una zanahoria sin pecado”).

Existen peleas famosas sobre este ítem, como la de los franciscanos contra los dominicos. A los primeros se les llamaba “inmaculistas” porque en el siglo XV eran los grandes defensores del nacimiento de María sin concupiscencia, mientras que a los segundos se les conocía como “maculistas”, por oponérseles. Ambos se insultaban y se decían la vela verde, tachándose de “herejes” mutuamente. Hasta que a las finales, el papa Pio IX declara el 8 de diciembre de 1854, día de la Inmaculada Concepción de María, por que yo lo digo y punto. Fin de la discusión de siglos. Amén.

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