viernes, 3 de septiembre de 2010

Síndone 6: Ocurrió así



Hasta ahora, nadie ha podido explicar cómo se plasmó en el lienzo, la imagen del cuerpo de Jesús. Es un misterio. ¿Acaso un milagro? Sin embargo, hay quienes continúan intentando hallar una explicación comprensible. Entre las teorías barajadas, una de las más interesantes es la del físico estadounidense John Jackson, que trabaja en el Departamento de Defensa Norteamericano. Este físico pretende, no ya divagar acerca del origen de la tela o la identidad del crucificado, sino hallar una explicación creíble al cómo sucedió.

Según su hipótesis, el cuerpo atribuido a Jesús habría impregnado la tela mientras se encontraba sometido a una forma de energía radiante y prolongada. Esta energía desatada en el momento de la resurrección, podría haber sido la responsable de la enigmática imagen de la Sábana de Turín. Para el físico estadounidense, la gran nitidez de la imagen, fijada en una zona superficial del tejido, excluye que fuera formada por un líquido que hubiera penetrado o por la acción de vapores, ya que hubieran restado claridad a las marcas. Las huellas no fueron producidas ni por agua ni por sustancias gaseosas. Entonces, ¿qué las produjo?

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