sábado, 25 de septiembre de 2010

Jesús, ¿hombre o dios? 15


Amigos íntimos

Hablemos de Lázaro. Magdalena no está con Jesús cuando él se entera de que Lázaro se halla gravemente enfermo. Quizá porque en ese momento ella está cuidando a su hermano en Betania. La relación que existía entre Lázaro y Jesús, era una relación muy especial:

“....Está enfermo aquel a quien le tienes cariño....” (Juan 11:4).

¿Desde cuándo databa este cálido vínculo? Ya vimos que Lázaro proviniendo de una familia oriunda de Magdala en Galilea, es muy probable que ambos se conocieran desde niños. Además, es posible que la amistad se remontara a sus padres, pues muchos sidonios comerciaban maderas. De modo que es factible que el padre de Lázaro pudo ser el proveedor maderero de José cuando la Sagrada Familia vivió en Nazareth y los sidonios estaban en Magdala. O cuando José y los suyos se mudaron a Belén y los sidonios pasaron a Betania, muy cerca de allí. El destino siempre mantuvo a estas dos familias muy cerca una de la otra.

Sin embargo, Jesús demora dos días en partir para sanar a Lázaro (Juan 11:6). Al parecer, por el riesgo que implicaba acercarse a Judea. Los apóstoles le advierten del peligro, pero él insiste en que debe ir. Cuando llega a Betania, la casa está atiborrada de gente de Judea que venía a ofrecer sus condolencias por la muerte de Lázaro. Marta sale al encuentro de Jesús a las afueras del pueblo, en algún sitio secreto, pero María Magdalena queda sentada en casa por la costumbre hebrea de que las mujeres casadas sólo podían abandonar la vigilia del luto si el esposo las llamaba.

Esto confirma el vínculo matrimonial entre Magdalena y Jesús (Juan 11:20). Él manda a llamarla por medio de su cuñada. Así, María sale corriendo de la casa a buscar a su esposo. El encuentro debió ser muy emocionante pues Jesús se conmueve hasta las lágrimas, viendo a su esposa destrozada y a todos los amigos de la familia muy tristes (Juan 11:33).

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