miércoles, 19 de mayo de 2010

Los años perdidos de Jesús 13



En el camino del Tao

Sin embargo, el confucionismo no era lo único interesante que Jesús y María pudieron encontrar en las ancestrales tierras de Catay. También gozaba de gran acogida el Taoísmo o filosofía del Tao (camino). Casi un siglo más antiguo que el confucionismo. Su fundador fue Lao-Tse, de quien poco se sabe históricamente hablando. Se supone que nació en Honan (China central) y cuenta la leyenda que siendo muy longevo, llegó a conocerse con Confucio, quien lo visitó en su vejez.

Había discrepancias entre ellos. Confucio quería una reforma social (como hombre pobre que había sido) y Lao Tse proponía una reforma interior e individual. A pedido de sus discípulos, Lao Tse consintió en escribir el pequeño Tao Te King (Tratado del Tao), libro que se ha vuelto mundialmente famoso.

¿Qué pudo aprender de Lao-Tse?


• La renuncia a las retribuciones de cualquier tipo, que los taoístas llamaron bondad superior y que se explica a través de frases como: “...Paga agravio con bondad. Y para quienes no lo son, también soy bueno. Y así todos concluyen siendo buenos. Para quienes son sinceros conmigo, soy sincero, y para quienes no lo son, también soy sincero, y así todos concluyen siendo sinceros”.....”Recompensa los agravios con bondades”.
• La profunda humildad del taoísmo y la íntima relación del humano con el Ser Supremo.
• Curiosamente Jesús simpatizó con el desprecio que los taoístas tienen a la ciencia.

No obstante, ¿qué rehusó de esta corriente filosófica?

• La evasión del mundo.
• La pasividad que se confunde con inactividad.
• La indiferencia ante los males sociales.
• La excesiva humildad convertida en auto-desprecio.

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